ASTROLOGÍA

viernes, 27 de junio de 2014

LA ATLÁNTIDA. ATLANTIS

En el año 350 antes de Cristo, Platón escribe dos obras que conocemos como los diálogos de Timeo y Critias. En éstos nos relata una historia fascinante en dos partes, la historia de la Atlántida, una tierra habitada por descendientes de los dioses, donde el alimento y los recursos excedían con mucho la abundancia, gozaban de una convivencia idílica y habían alcanzado un desarrollo tecnológico sin paralelismo en el mundo conocido. Esa tierra estaría situada frente a lo que los griegos llamaban las Columnas de Hércules, y que hoy nosotros conocemos con el estrecho de Gibraltar.

Pero esta narración no es original de Platón. A éste le llegó gracias al relato de un sacerdote egipcio del santuario de Sais, consagrado a la diosa Isis, que en una ocasión conversando con el sabio griego Solon le confesó a éste la historia de la Atlántida, refiriéndole una elaborada y detallada narración acerca de esta grandiosa isla que se extendería desde el estrecho de Gibraltar, con un tamaño mayor que Libia y Asia juntas y, desde de la que navegando, podría alcanzarse otro continente más lejano aún, rodeado por el océano. Era el año 590 a.C.

La grandiosa isla, creada por Poseidón, estaría habitada por los hijos que este dios tuvo con Cleito, y por los descendientes de éstos. La capital era ciudad majestuosa, Poseidonia, que se alzaba sobre una isla, en la que estaba el palacio real, rodeado por una muralla de oro. Alrededor de esta isla central se extendían anillos de tierra concéntricos, sobre los que habitaban los atlantes, descendientes de los descendientes de Poseidón. La existencia en la tierra atlante era pacífica y virtuosa, pero pronto los reyes se corrompieron y comenzaron las luchas internas y las intrigas, que desembocaron en tiranía.

Zeus, el padre de los dioses, resolvió que los atlantes merecían ver castigada su soberbia. En este punto termina el Timeo y comienza el Critias, donde nos narra el castigo de Zeus, que en un solo día y una sola noche destruyó por completo aquel edén, quedando todas sus gentes y sus riquezas hundidas en el mar por siempre. Platón fechó este hundimiento alrededor de 9.000 años antes. Si él vivió en aproximadamente entre el 400 y el 300 a. C, los cálculos aproximados colocan la caída de la Atlántida entre 11.000 y 12.000 años.
Platón siempre transmitió esta historia como verídica, nunca como un mito o metáfora con fines moralizadores o educadores. alēthinós logos decía él. Sin embargo, como hasta ahora no pudieron encontrarse vestigios de esta ciudad perdida, resultaba más fácil negar su existencia que invertir energías en buscarla.

Ya no es la primera ocasión en que un relato de este tipo resulta ser verídico. No olvidamos que los cientifistas negaban sistemáticamente la existencia de Troya (hacia el año 3000 a.C), pese a los detallados relatos de Homero narrándonos sus epopeyas en la Ilíada y en la Odisea, simplemente porque nadie había sido capaz de encontrar restos de ella. Y todo ello pese a que Julio Verne, un visionario incontestable, ya nos regalara con pequeñas trazas de esta realidad. No sería hasta finales del siglo XIX cuando el también visionario Schiliemann encontró las ruinas de Troya, demostrando así que las cosas no dejan de ser ciertas sólo porque hasta ahora no hayan podido palparse.

Pero la evidencia definitiva sobre la Atlántida caería como una losa sobre los escépticos cuando en 2012 Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America ofrecería conclusiones acerca de una serie de catástrofes naturales que habrían provocado varios tsunamis de proporciones casi planetarias, que sucedieron hace 12.900 años, justo la etapa en la que Platón nos habla de la desaparición bajo las aguas de la isla de Altántida. ¿Casualidad? Por supuesto pensar que el azar domina la vida en nuestro planeta, es mucho más fácil… y menos arriesgado.
Estos tsunamis serían la consecuencia de la caída de un meteorito de más de 20 kilómetros de diámetro en lo que actualmente se conoce como Lago Cuitzeo, en Méjico, tal como podéis leer en este artículo del periódico El Mundo que se hace eco de las investigaciones arriba mencionadas.

Otro aspecto que nos resulta si cabe más interesante es ¿quién eran realmente los atlantes? Cuando Platón habla de hijos de los dioses… ¿a qué se está refiriendo? ¿Se trataría de una raza distinta… extraña a nosotros? Venidos… ¿de dónde? O ¿serían humanos que alcanzaron un desarrollo tecnológico inaudito gracias a conocimientos que les fueron transmitidos por… otros venidos… de más allá? Pero esto quedará para mas adelante…

De momento id saboreando la satisfacción de saber que tuvimos a los atlantes muy cerca, quién sabe incluso, si compartiendo antepasados.

miércoles, 18 de junio de 2014

ESFERAS DE KLERKSDORP. KLERKSDORP SPHERES.


Son un conjunto de bolitas metálicas de aproximadamente dos centímetros de diámetro (aunque tienen diferentes tamaños) y que se encontraron incrustadas en las profundidades de la tierra, en una mina de Sudáfrica, en Ottosdal. La zona donde se hallaban enterradas era un estrato de tierra datado aproximadamente entre 2.800 y 3.000 millones de años. Teniendo en cuenta que los primeros indicios de vida inteligente aparecieron en la tierra hace apenas 50.000 años (aunque el Homo erectus podría aparecer ya en el pleistoceno hace entre 1,6 millones de años y 700.000 años) ninguna explicación cientifista puede justificar su fabricación por éstos. 




Se trata de unas esferas perfectas, compuestas en su capa exterior por una aleación de acero y níquel, que no existe en la naturaleza, y cuyo interior es hueco. Tienen unas hendidura que recorre todo su diámetro y que da lugar a dos hemisferios perfectos. Algunas incluso poseen lo que parecen ser un orificio. 



Un análisis hecho con rayos X demostró algo sorprendente, y es que el interior tiene densidad negativa, es decir, su núcleo es anti-materia. Al abrir algunas de ellas pudieron observar en su interior un pequeño núcleo esponjoso, que se desintegró al contacto con el oxígeno de la atmósfera. 


Pese a la reticencia de la comunidad científica por considerarlas como objeto de estudio, la Nasa realizó algunos análisis. El resultado fue estremecedor: en la actualidad no existía tecnología para construir esferas como esas, ya que entre otras cosas, fabricarlas requeriría un entorno con atmósfera cero.


El cientifismo más puro las considera una rareza natural, algo espontáneo que se creó hace 3 millones de años por simple casualidad, casi por azar…








They are a set of metallic and tiny spheres with hardly two centimeters in diameter and that were found embedded in the deepest of the earth, down a sudafrican mine, in Ottosdal. The spheres were buried in a stratum dated approximately among 2.800 and 3.000 million years ago. Given that the first intelligent life evidences on the earth appeared nearly 50.000 years ago (although Homo erectus could have already appeared in Pleistocene era, between 1,6 million and 700.000 years ago) any scientism explanation can justify how that spheres could have been manufactured by them.
They are perfect spheres, whose external cover is made from a steel and nickel alloy which does not exist on the earth in a natural way, and their internal cavity is hollow. They have got a line around the diameter, turning out two symmetrical hemispheres. Some of them have got what would be able to seem like a tiny hole.
A X-ray exam has demonstrated that their interior cavity has got negative density, that is, antimatter. Then when some of that spheres were opened, it could be observed a sort of spongy nucleus that was disintegrated at time it got in contact with the oxygen of the atmosphere.
Despite the reticence from scientist community for considering spheres as study subject, Nasa carried out a set of tests. The result was amazing: currently we have not got any kind of technology for manufacturing spheres like that because, among other things, for making that ones would be necessary a zero-atmosphere environment.
The purest scientism believes that the spheres are a nature anomaly, something spontaneous that was created 3 million years ago by chance, almost at random...